Brownie de nueces, receta de un clásico que siempre queda bien

El brownie de nueces es un tipo de bizcocho que siempre queda bien, no importa que seamos expertos pasteleros o sea la primera vez que encendemos el horno, estará de vicio. Un tipo de bizcocho que no necesita muchos ingredientes o cuidado para que nos quede en su mejor punto. El brownie es de lo más energético gracias a la combinación del chocolate con un fruto seco tan necesario como las nueces. Ambos ingredientes se fusionarán en una merienda, desayuno o postre con un poco de helado de vainilla por encima que parecerá sacado de un restaurante.

Ingredientes:

Cómo preparar un brownie de nueces

1. Esta receta es tan fácil de preparar que el primer paso consistirá en precalentar el horno, lo pondremos a 180º para que esté listo a la hora de recibir esta delicia.
2. Seguimos con el molde, lo vamos a untar con un poco de mantequilla o forrar con papel de horno para que no se pegue la masa.
3. Nos ponemos con las manos en la masa, derretimos la mantequilla y el chocolate en un bol al baño maría o en el microondas en unos segundos.
4. En otro bol batimos los huevos con el azúcar con la ayuda de una batidora de mano eléctrica durante unos 5-7 minutos. Nos quedará una crema suave y esponjosa.
5. Vertemos la mezcla de mantequilla derretida y chocolate en la mezcla de azúcar de huevo, fusionamos ambas masas con la ayuda de una espátula de goma.
6. Seguimos tamizando la harina, la canela, la sal y el cacao en polvo y unimos la mezcla. De esta manera habremos creado la masa perfecta de brownie.
7. Nos faltarán los protagonistas de este dulce, las nueces, las vamos a colocar encima al gusto. Podemos ponerle más o menos cantidad, según nos gusten.
8. Con todo listo, horneamos a 180º durante unos 20 minutos. Pasado este tiempo podemos colocar unos trocitos de chocolate encima (opcional) y horneamos, de nuevo, 10 minutos más.
9. Cuando el borde esté cocinado y en el centro esté brillante, pegajoso sin estar crudo, será el momento de parar el horno.
10. El brownie se endurecerá aún más a medida que se enfríe. Dejaremos que repose unos minutos antes de desmoldarlo.
11. Tendremos listo un postre, merienda o desayuno de lujo, solo nos faltará añadirle azúcar glass o un poco de helado de vainilla para conseguir el contraste de frío-calor.